El frenillo lingual es un tejido fino similar a un cordón que une la lengua con la parte inferior de la boca. Cuando el frenillo lingual es demasiado corto limita el movimiento de la llengua, y ésta queda condicionada y restringida provocando en algunas ocasiones trastornos alimentarios por dèficit en la succión, exceso de salivación y una posible dificultar en el lenguaje.
Esta peculiar “anomalía” puede ocurrir aproximadamente entre un 3 y un 5% de los bebés al nacer, y entre un 10 y 13% de los niños con problemas de lactancia
Este tejido varía de tamaño entre un individuo y otro. Al nacer la lengua tiende a ser corta y el frenillo muy delgado, y va aumentando de tamaño con el uso y el lógico crecimiento del niño.
Algunas de las “pistas” que pueden ayudar a descubrir este problema son:
• Punta de la lengua en forma de corazón.
• Punta de la lengua redondeada o cuadrada.
• Movimiento limitado de la lengua.
• La lengua no se extiende adecuadamente.
• Recurrentes mordeduras en la lengua.
• Mala retención al pezón de la madre durante la lactancia.
• Mala función de la succión de la leche materna durante el amamantamiento.
• El bebé no muestra aumento de peso.
La solución no siempre parte del uso de la cirugía, a veces queda descartada, siempre y cuando no afecte al habla o a la alimentación. No obstante si se opta por intervenir quirúrgicamente, la operación no entraña grandes complicaciones ni tampoco problemas de recuperación.